El capitán de la U.D. Fuengirola salva la vida de un rival de la Primera Andaluza que se trago la lengua en un choque fortuito.
Una derrota por la mínima, con un gol encajado en los últimos instantes del partido y, encima, en casa del colista. En vista del resultado (2-1), el encuentro disputado la tarde del domingo en La Puerta de Segura (Jaén) no parece el más propicio para hablar de héroes en la plantilla de la Unión Deportiva Fuengirola. Pero sí que lo hubo. Se llama Raúl Delgado, juega de delantero, es el capitán del equipo y salió del terreno de juego felicitado por todos. No marcó un gol por la escuadra, pero sí que salvó la vida a un jugador rival que estuvo a punto de tragarse la lengua tras un choque fortuito, por el que permanece hospitalizado con lesiones en la mandíbula, nariz y lóbulo.
Una derrota por la mínima, con un gol encajado en los últimos instantes del partido y, encima, en casa del colista. En vista del resultado (2-1), el encuentro disputado la tarde del domingo en La Puerta de Segura (Jaén) no parece el más propicio para hablar de héroes en la plantilla de la Unión Deportiva Fuengirola. Pero sí que lo hubo. Se llama Raúl Delgado, juega de delantero, es el capitán del equipo y salió del terreno de juego felicitado por todos. No marcó un gol por la escuadra, pero sí que salvó la vida a un jugador rival que estuvo a punto de tragarse la lengua tras un choque fortuito, por el que permanece hospitalizado con lesiones en la mandíbula, nariz y lóbulo.
El suceso, que obligó a suspender el encuentro durante 40 minutos, se produjo cuando apenas se llevaba media hora de partido. Roberto, el lateral izquierdo del equipo malagueño, protagonizó una internada por la banda para intentar deshacer el empate a cero que entonces reinaba en el marcador. Cuando se acercaba al área rival, el central porteño Jimy se lanzó al cruce. El jugador visitante eludió la entrada, pero al saltar golpeó con su pierna en la cabeza del defensa, que quedó tendido sobre el césped. «Tenía los ojos blancos y el cuerpo en tensión», comenta Raúl.
Sin personal sanitario
El fútbol en categorías como la Primera Andaluza (el equivalente a la quinta división) nada tiene que ver con el de élite, ni siquiera en algo tan básico como la presencia de un equipo sanitario en los estadios, así que el jugador fuengiroleño, de 30 años, tiró de recursos propios. «Decidí colocarlo en posición lateral y abrirle la boca para sacarle la lengua, pero no podía debido a la presión de su mandíbula». Las marcas de los dientes en su mano dan fe de ello. La situación era dramática. Jimy no podía respirar y las convulsiones cada vez eran más fuertes. «Estuvo así durante un minuto y medio, hasta que con la ayuda de mi compañero Juanma conseguí sacarle la lengua e introducirle el tubo de Guedel para que no se ahogara. El chico reaccionó, pero personalmente fue cuando más me asusté, ya que empezó a echar sangre a borbotones. Pensé lo peor porque no podía ayudarle», recuerda.
Al cuarto de hora llegó la ambulancia, que trasladó al jugador a un centro sanitario de la comarca de la Sierra del Segura donde fue sometido a diversas pruebas. Desde la mañana de ayer se encuentra en el hospital de Jaén a la espera de ser operado de las distintas lesiones, según confirmaron en el club porteño.
Raúl no se considera un héroe, pero sí que es consciente de que el domingo jugó un partido que jamás olvidará. Tampoco los padres y el hermano del jugador jiennense, que le abrazaron entre lágrimas. «Para nuestras familias, nuestras vidas valen lo mismo que la de Cristiano Ronaldo para los suyos, así que espero que lo sucedido sirva al menos para que estemos mejor preparados en estas categorías». Unas palabras que comparte su entrenador, Juan Antonio Burgos. «No es normal que en estos partidos no haya personal médico para atender cualquier incidente», denuncia el técnico fuengiroleño.
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